sábado, 29 de junio de 2013

Modelo de cómo se sugiere sea la postura ontoepistemológica en el Capítulo III del T.A.

Título de la Tesis presentada en el 2012:

Valoración de un Plan de Acción que Sistematice la desincorporacion y movilización de los bienes muebles de la Unellez-VPA-Guanare

Trabajo presentado como requisito para optar al Titulo de Licenciado en Contaduría Pública



                                                                                                            AUTORES:
                                                                              Piñero, Belsi C.I. 18.891.414
                                                                              Vargas, José C.I. 14.864.478 
                                                                                                       Carrera: Contaduría Publica
                                                                                         TUTOR ACADÉMICO:
                                                                                          Dr. Ramón E. Azocar A.








Ilustración: lienzo de Adolfo Vasquez Rocca



CAPITULO III
MARCO METODOLOGICO

Postura ontoepistemológica

La postura ontológica de los investigadores es idealista, convencidos en la fuerza de las ideas como motor del conocimiento; realista, enmarcados en la consecusión de un conocimiento apegado a los hechos; y racionalista, que incluye el valor humanista, desde donde se asume la conviccion de racionalizar todo cuanto conocimento nuevo pueda extraerse del objeto en estudio. Al respecto se ahonda en algunas posturas teóricas respecto a este descriptivo ontológico.
Según Arnol (2004), por Idealismo se entiende fundamentalmente dos cosas: un idealismo de los ideales y un idealismo de las ideas. El primero se refiere a la esfera de la praxis, abracando tantos presupuestos éticos como políticos en el sentido de “situación ideal” en este ultimo caso el idealismo se convierte en utopismo
El idealismo de las ideas es de índole mas filosófica que el anterior, y hace referencia a toda doctrina que afirma que el sujeto (la conciencia, el “yo”, la mente, o el espíritu) es el punto de partida y el origen de toda reflexión sobre el mundo. Esto quiere decir que la realidad no es conocida por si misma y que conocer no es adecuar el pensamiento a las cosas, a lo dado. Antes bien es la propia realidad la que ha de inferirse de las ideas y representaciones que tenemos sobre ellas, es el sujeto el punto de partida de todo conocimiento, aquel que otorga sentido e incluso construye o crea la realidad
Realista es la afirmación de la realidad, una realidad que existe por si misma y que por tanto no consiste en la simple proyección del pensamiento del hombre, es dar una importancia a la realidad objetiva
 Racionalista toda teoría que prima el valor de la razón frente a otras instancias (la precesión, la traición, la autoridad y los sentimientos) en sentido amplio, se han dado muchos tipos de racionalismo en la historia. La filosofía de Parménides, el platonismo, la filosofía de Descarte (1596-1650)

 El paradigma en el cual se ha enmarcado el estudio, es el post-positivista, modelo que permite descubrir las normas o leyes del funcionamiento de los objetos reales. El post- positivismo comenzó gracias a investigadores sociales que sostenían que la fundación del positivismo requería una diferencia radical en la filosofía de la ciencia, fue entonces cuando la ontología real, la epistemología objetiva reemplazaron los valores impuestos anteriormente.
Las creencias realistas sobre una dura realidad sobre física y objetos sociales provienen de los significados que le da la sociedad a las cosas por medio de la historia y la interacción. La ontología con fundaciones realistas provee bases del progreso en la acumulación del conocimiento en el post- positivismo y su tradición. Un grupo social ha llegado hasta ciertas creencias sobre el mundo que no son necesariamente verdades. Teóricos interesados en la persuasión ponen su atención en ciertos mensajes que son efectivos al persuadir diferentes tipos de individuos.
La cualidad abstracta de las teorías es particularmente relacionado con el post- positivismo porque los estudiantes del pos- positivismo creen que las teorías deben de proveer explicaciones generales que vayan más allá de la observación de eventos individuales. Sin embargo, las leyes, límites y proposiciones hacen lo abstracto en la teoría. La teoría también debe incluir indicadores empíricos para cada término teórico.
La función de la explicación sugiere que las teorías respondan a preguntas de porqué las cosas ocurren. Existe una gran variedad en los tipos de teorías posibles, las explicaciones son en las cuales se explican las causas sobre cualquier punto estudiado. El punto principal es que para los estudiantes del post- positivismo las teorías deben proveer una explicación para la conducta observable y la explicación típica que lleva a la relación de causa y efecto. 
Otra función muy importante de la teoría es la predicción, donde dependiendo de si la gente es un tanto responsiva en su interacción o no vamos a poder predecir. La última función señalada sobre la teoría es el control, la cual proviene de la predicción y explicación. Se utiliza para controlar eventos futuros después de preverlos.
Para medir la efectividad y calidad de nuestra teoría podemos basarnos en los criterios que nos presenta Thomas Kuhn en 1977, basados en la teoría post- positivista: Una teoría debe ser exacta; La teoría debe ser consistente interna y externamente; La teoría debe tener un amplio alcance; Debe ser simple; y La teoría debe ser heurística, es decir, que te lleve al alcance de más información.
Por otro lado, la teoría también debe de ser verificable y el método científico es crucial para esto. Karl Popper propuso una noción de falsificación donde en lugar de buscar soportes de verificación, teóricos deben buscar por hechos que sean consistentes para la teoría propuesta. Finalmente, un aspecto muy importante es mirar de manera objetiva.
Cuando aplicamos las ideas post- positivistas a temas de las ciencias sociales, se puede decir que se establece una relación sistémica que permite examinar las teorías y se debate sobre cómo las teorías deben de ser desenvueltas y probadas. Es por esto que es de gran importancia para los que estudiamos comunicación comprender el positivismo desde sus raíces y comprender sus conceptos para entonces poder aplicarlo a la comunicación. Debemos tener presentes que los primeros estudios que influyeron a la comunicación fueron los positivistas y a pesar de que la comunicación se considera en su mayor parte una ciencia humanista siempre debe de estar relacionada con un método científico para que no pierda estructura y se puede comprobar las teorías mediante estudios y observaciones para que sea cuantificable y cuantitativo lo cual es fundamental para el estudio, es complementado con las cualidades o lo sensible que expresa la dinámica social humana.



Ilustración: lienzo de Adolfo Vasquez Rocca

viernes, 28 de junio de 2013

EPISTEMOLOGÍA DEL TRABAJO DE APLICACIÓN

Aclaratoria para los vivos y los difuntos

Por: Ramón E. Azócar A.*

El presente escrito surge de la necesidad de aclarar el perfil y la intencionalidad que tiene el denominado Trabajo de Aplicación, para las áreas de Ciencias Sociales de la UNELLEZ-VPA; sobre todo porque han surgido posturas rebuscadas, arbitrarias, superficiales, absurdas; que tratan de cuestionar un trabajo interdisciplinario que se hizo entre los años 2007-2009, para generar una metodología de acercamiento del estudiante de Ciencias Sociales (carreras Licenciatura en Administración y Licenciatura en Contaduría Pública) a las comunidades, a su entorno natural.

El Trabajo de Aplicación pertenece a la modalidad de los trabajos especiales de grado, que se fundamentan, en ciertos aspectos, en la investigación acción participativa, sin invadir sus espacios metodológicos, sólo pretendiendo articular la formación, investigación e interacción socio comunitaria y orientar hacia la solución de problemas que afectan el entorno o medio ambiente en el que está inmersa la universidad y sus estudiantes.

De la investigación acción, el trabajo de aplicación toma su filosofía de involucrar a los estudiantes, profesores, miembros de la comunidad y actores del gobierno nacional, regional, local y la empresa privada en la búsqueda de las soluciones a problemas que permitan el desarrollo endógeno de la comunidad. La elaboración de proyectos de acción participativa conlleva a una cultura de trabajo en equipo, a la investigación participativa y a la construcción colectiva de ideas para la elevación de la calidad de vida de la gente.

El proyecto del trabajo especial de grado, o trabajo aplicación, se inicia con el Subproyecto Práctica Profesional I, aunque verdaderamente su origen parte desde Metodología de la Investigación al comienzo de la carrera profesional.  En estos Subproyecto se desarrolla la construcción del discurso científico denominado Tesis de Grado que aborda diferentes fases  como lo son: a) Título, b) Planteamiento del Problema, c) Objetivos de la investigación, d) Importancia o Justificación, e) Limitaciones, f) Antecedentes, g) Bases Teóricas, Sistema de Variables, h) Marco Teórico, i) Postura ontoepistemológica y Tipo de investigación,  j) Población y Muestra,(opcional) k) Instrumentos de Recolección de Datos, l) Técnicas de Análisis, m) Propuesta, n) Aplicación de la Propuesta, o) Relatoría de la Aplicación de la Propuesta, p) Resultado y Análisis del impacto que tuvo la propuesta, q) Conclusiones y recomendaciones, r) Bibliografía General, y s) Anexos.


En razón a la fundamentación metodológica del trabajo de aplicación, es importante mencionar que se ha partido de cinco autoridades en el tema de la investigación para las ciencias sociales: los profesores Jacqueline Hurtado de Barrera, Miriam Balestrini, Ezequiel Ander-Egg, Carlos Sabino y Mario Tamayo y Tamayo. Cada uno, en su dilatada obra publicada en textos de dominio público (también en sus páginas web), ha detallado el sentido de identificar una necesidad, buscar una solución para satisfacerla, aplicarla y medir el impacto que tuvo haber aplicado esa potencial solución.



Para acercarnos a un ejemplo directo, valga la postura de Marylin Giugni O., Desirée Delgado L., y Mirella Herrera C., de la Universidad de Carabobo, que en su ensayo arbitrado (publicado en la revista Docencia Universitaria, Vol. IX, Nº 2, Año 2008, SADPRO – UCV, Universidad Central de Venezuela), titulado “Percepción de Utilidad de una Herramienta para la Gestión de Trabajos Especiales de Grado basados en Sistemas Web”, expresan, para el caso que les ocupa, que se valen de la investigación acción participativa pero haciéndole una adaptación que permita al investigador aprovechar la herramienta metodológica que da la investigación acción pero sin alterar la ubicación temática del investigador y sus objetivos puntuales de resolver problemas de carácter administrativo-contable. Para el caso del ejercicio de estos investigadores, o la utilización de la investigación acción para temas de ingeniería en sistemas, la adaptación les quedó de la siguiente manera: “La investigación fue desarrollada utilizando la Metodología Investigación-Acción propuesta por Susman y Evered (1978), por la adaptación que de ésta se hace en el contexto de la Ingeniería de Software y Sistemas de Información. A continuación se detallan las cinco fases presentes en el proceso iterativo: 1. Fase de Diagnóstico: Corresponde a la identificación y descripción de la situación actual. Aquí se obtienen evidencias que sirven de punto de partida y comparación con los datos que se observen de los efectos del plan de acción. 2. Fase de Planificación de la Acción: Especifica las acciones que deben ser ejecutadas para mejorar el problema. 3. Fase de Implementación de la Acción: Se implementa la acción planificada. Los investigadores y participantes colaboran generando cambios que mejoren la situación actual. 4. Fase de Evaluación: Después de ser completadas las acciones, los investigadores evalúan las salidas, utilizando técnicas apropiadas que aporten evidencia de la calidad de las acciones emprendidas. 5. Fase de Especificación del Aprendizaje: Es el cierre del ciclo, aquí se reflexiona sobre los resultados de la fase de evaluación. Posiblemente se dará inicio a una nueva iteración.”

            Como puede darse cuenta el lector, la concepción que se le da a la investigación acción participativa obedece a la necesidad que tenga la disciplina y grupo de investigadores para responder a sus necesidades de investigación; la investigación acción participativa es flexible, elástica y moldeable a realidades complejas. No hay una receta que la oriente o la determine. Por ello, el papel del investigador es holístico, no bi-dimensional.

            Otro aspecto a destacar es el paradigma o enfoque de ese trabajo de aplicación. Perfectamente puede ser Cualitativo o Cuantitativo; es un asunto que decide el investigador con su tutor o grupo de asesores; lo que está negado es a ser visto como “cualicuantitativo”, eso no existe, es contra natura. Uno de los críticos a estas posturas, Miguel Martínez Miguelez, a quien falsamente se le ha atribuido secundar la utilización de esta aberración metodológica, de lo que escribe es de la complementariedad de los enfoques, no de su unidad o compactación. Por lo menos, en los textos leídos de él, entre ellos “El paradigma Emergente”, no se aprecia sino una postura de apoyo de ambos enfoques en la acción de indagación científica. Debe haber sí una postura del investigador que identifique hacia donde su estudio indica mayor adhesión, hacia la cantidad, o resultado; o hacia la cualidad o proceso.



Se ha sugerido, sin embargo, la identificación del trabajo de aplicación con el paradigma postpositivista, puesto que es un paradigma enmarcado en la línea de la complementariedad y respeta los afluentes y límites de cada enfoque metodológico (cualitativo-cuantitativo); no los mezcla, sino que los diferencia y deja, al investigador, la decisión final de cómo califica el enfoque de su discurso científico.

            Para definir el paradigma, o modelo, postpositivista se presenta una voz altamente calificada, el Dr. Guillermo Terán Acosta, tomado de su libro “Hacia una Educación de Calidad”, sub-punto “El Proyecto de Investigación: ¿Cómo elaborarlo? Quien expresa: El paradigma positivista, denominado también paradigma cuantitativo, empírico-analítico,  racionalista, se basa en la teoría positivista del conocimiento, se caracteriza por su naturaleza  cuantitativa, sostiene el realismo ontológico al manifestar que se puede descubrir cómo funciona  la naturaleza y predecir fenómenos naturales. La realidad está fuera de las cosas, es decir la  realidad está determinada, la realidad es observable, medible y cuantificable.

“La epistemología positivista –continúa el Dr. Terán-  se caracteriza por ser objetiva, el conocimiento se obtiene al  formular preguntas correctas a la naturaleza y dejar que ésta responda. Lo que busca el conocimiento positivista es la causa de los fenómenos y eventos del mundo social, formulando  generalizaciones de los procesos observados. La metodología positivista es por naturaleza experimental y manipulativa. El centro del  problema es lo empírico, la naturaleza misma es capaz de ser sometida a experimentación,  cuidadosamente controlada…”

Ahora bien, y acá recalca el Dr. Terán, ese paradigma positivista, en su nueve versión integradora y holística, asume una postura interpretativista que le califica como opción en el  momento de asumir, en vez de los resultados, el proceso de investigación, como garantía de validez del trabajo en la búsqueda de una verdad objetiva. Expresa el Dr. Terán: “Ante la posición del positivismo, surge otro paradigma alterno, el postpositivismo,  denominado también paradigma cualitativo, fenomenológico, naturalista, humanista o  etnográfico, que según Guba (1990) es una versión modificada del positivismo. Estos nuevos  planteamientos proceden fundamentalmente de la antropología, la etnografía, el interaccionismo  simbólico entre otros. El paradigma postpositivista sostiene una postura ontológica más flexible  al aceptar que la imperfección de los sensorios y el intelecto humano no permiten percibir y  conocer el mundo y sus causas tal como están ahí afuera Rivas Balboa (1998). La realidad  existe pero no puede ser totalmente conocida, esta es manejada por leyes universales que no  pueden ser totalmente aprehendidas. Para este paradigma, la realidad es holística, global y  polifacética, nunca es estática ni tampoco es una realidad que nos viene dada, sino que se crea. (Kemmis, 1988).

Desde el punto de vista epistemológico es subjetiva, se considera que el conocimiento es un  producto de la actividad humana, y, por lo tanto, no se descubre, se produce. Los hallazgos  emergen dentro de la interacción del investigador y lo investigado, los hallazgos de la  investigación deben ser consistentes con la tradición existente en un área y de la comunidad  crítica.

La metodología puede mejorarse realizando los estudios en sus contextos y sitios originales,  introduciendo métodos cualitativos, y manejando estilos de derivación de teoría subyacente y  por descubrimiento.   

Martínez (1999) señala, que la diferencia esencial entre le paradigma positivista y postpositivista se encuentra al nivel de la gnoseología o teoría del conocimiento. Por cuanto la orientación postpositivista supera el esquema de la percepción como reflejo de cosas y el  conocimiento como copia de la realidad. Se concibe el conocimiento como resultado de la  interacción de una dialéctica entre conocedor y objeto conocido. Además, el paradigma  emergente o paradigma postpositivista significa un rescate del sujeto y de su importancia, que la  mente construye la percepción por medio de formas propias o categorías. Tanto lo percibido como su significado dependen de la formación previa, de las expectativas y creencias de quien construye”.

En una palabra, lejos de establecer polémicas, lo que se busca es a motivar a los acuciosos críticos y detractores, a que investiguen, busquen formas, maneras de expresar sus posturas críticas en un plano de respeto y de enriquecimiento al debate, no desde lo lejano de un horizonte de especulaciones y de discursos que llevan como título un abordaje agresivo y descalificador, que abona el terreno de la intolerancia y por ende nos aparta del diálogo académico, el cual no debe cortarse ni anularse, porque allí sí la imposición de normas y procesos se hace valer y se pierde lo fructífero de una universidad: la confrontación de ideas.

  

Simplificando lo dicho, y buscando un perfil de esa ciencia postpositivista, valga destacar los siguientes aspectos de ella:

ü  La ciencia postpositivista considera que sobre un objeto caben diversas interpretaciones válidas, diversos lenguajes.
ü  La apuesta por el diálogo se traduce en un intento pragmático de ampliar la comunidad, de dar cabida al mayor número de voces posibles sobre un asunto determinado.
ü  La ciencia postpositivista, hermenéutica y dialógica, reconoce la falibilidad de toda interpretación.
ü  La ciencia postpositivista produce, distribuye y consume sentidos acerca del mundo. Trata de dar cuenta del mundo, y, en el campo de la ciencia social, procura dar cuenta del mundo social, de su condición y potenciales proyectos.
ü  La ciencia social postpositivista afirma que toda posición teórica tiene potenciales consecuencias prácticas. Por ello, y de acuerdo con su voluntad dialógica, esta ciencia sostiene apuestas teoréticas acordes con consecuencias prácticas democratizadoras.
ü  La ciencia postpositivista apuesta por una ética de la responsabilidad,  basada en la suspensión de los juicios de convicción de la verdad propia para considerar las otras verdades.
ü  La ciencia postpositivista desemboca en una categoría epistemológica clave por su nexo con la práctica ético-política: la categoría de objetividad; por la cual se entiende, la adecuación del enunciado con la cosa enunciada a partir de un lenguaje considerado privilegiado.

La ciencia postpositivista y dialógica, según Javier Benito Seoane Universidad Central de Venezuela -Venezuela. Universidad Católica Andrés Bello –Venezuela, en su ensayo “Teoría social clásica y postpositivismo”, adopta para sí gran parte de esta reflexión marxiana. Mantiene un acuerdo en torno a la crítica a la epistemología positivista y subscribe la perspectiva dialéctica hasta que ésta comienza a coquetear con el cierre dogmático. De hecho, las consideraciones marxianas que apuntan en la dirección de una «sociología del conocimiento» conforman una de las fuentes indiscutibles del postpositivismo. Marx forma parte junto con Nietzsche y Freud, diría Ricoeur (2004), de los filósofos de la sospecha, antecedentes fundamentales de todo el cuestionamiento postpositivista. El concepto de ideología es en sí mismo una denuncia contundente de las consecuencias perversas que determinadas teorías y formas de conciencia tienen para la aspiración de una sociedad justa, democrática.

*.-azocarramon1968@gmail.com