domingo, 15 de noviembre de 2015

Algunas notas sobre metodología y cultura universitaria

La necesidad de innovación en la investigación universitaria en nuestra Universidad











            Una de las bondades de la globalización y de la era del internet (la era digital como la llamó Bill Gates), es la velocidad con que se dan los cambios y contrastes entre los diversos paradigmas (para algunos en vez de paradigmas prefieren referirse a tradiciones de investigación) que conforma el universo heurístico de quienes como investigadores abordamos la realidad. En torno al desarrollo pedagógico de la metodología de la investigación, como eje principal del esquema de conocimiento universal que se trabaja en las universidades, su forma y modelaje se dan en razón de los procesos de construcción cognitiva como los siguientes: los investigadores se van interiorizando en el proceso de descubrimiento de los fenómenos sociales y naturales, a medida que se experimenta un vínculo directo con los sujetos en estudio, es decir, se investiga de forma interventora y participativa, esa es la modalidad de moda, también conocida como investigación acción en el área disciplinar de las ciencias de la educación (en áreas más técnicas y de manejo estandarizado de conceptos bases, se habla de proyecto acción o investigación de aplicación); los investigadores asumen conciencia de su papel como develadores de parte importante de la verdad que parte de la consideración del “yo” para llegar al “nosotros,” en la medida que el desarrollo evolutivo de la persona lo exija; los investigadores propician la interiorización de sus unidades de análisis y eventos de estudio, como medida necesaria para lograr una paulatina identificación del “yo” con el mundo exterior, como manera de entenderlos y asimilarlos, en la medida que las experiencias de los investigadores vayan planteando interrogantes; los investigadores asumen como necesario sensibilizar a los sujetos investigados  para que coadyuven con el proceso de estudio, hacerles ver que de una investigación bien guiada se alcanza inmenso beneficios para ellos; y los investigadores desarrollan el hábito de la reflexión sobre la importancia de los valores humanos en la propia existencia, al condicionar, estimular o entorpecer los propósitos planteados como razón u objeto de estudio.
            En concreto, el investigador del siglo XXI, ha dejado de ser ausente del escenario que investiga para ser protagonista de sus propios ejercicios heurísticos. La investigación ha cambiado y es momento de adecuarnos a la nueva regla, que es precisamente, carecer de regla o formatos pre-establecidos. La investigación científica, con criterios sólidos y de relevancia, es una tarea compleja, que está diferenciada más por  estilos que por posturas de teorías determinadas; el enfrentamiento al objeto de estudio desde posiciones filosóficas y paradigmáticas diferentes, da combustible a un debate centrado en visualizar qué modalidad o paradigma da más  relevancia que otro;  sobre todo para estudiar los complejos fenómenos de la vida social, por lo cual es necesario reconocer con qué criterios de pertinencia, en torno a los mejores modos de acceder al objeto de estudio en la investigación social en general y en la educativa en particular, hoy se quiere justificar por qué es más válida una investigación positivista que una hermenéutica. ¿Realmente estamos en condiciones de buscar una diferencia al respecto o la tarea es profundizar la complementariedad y ampliar el espectro metodológico de indagación en vez de cerrarlo en torno de los grupos científicos que apoyan una causa u otra? ¿Quién tiene la verdad en sus métodos y procedimientos?
            En este aspecto se han dado, en la cara interior de nuestras universidades, muy a baja intensidad, una postura mezquina de quienes desde las ciencias aplicadas (matemáticas, biología, química, física, entre otros), le dan mayor importancia al procesamiento estadístico de datos que al proceso mismo de la investigación. Un error en el que hemos caído por años es pensar que lo cualitativo le interesa el proceso y no los resultados, y a lo cuantitativo los resultados y no el proceso; eso es una manipulación de conceptos y términos. Tanto a un enfoque como al otro, le interesa desarrollar eficientemente su proceso de indagación, y también le importa los resultados, sean hallazgos o sean comprobaciones abstractas, los resultados son importantes porque permiten situar la investigación en un contexto técnico-operativo que ayuda a mejorarla en las nuevas experiencias investigativas que se haga.
En el caso de a estadística, que es la ciencia de reunir, organizar, presentar, analizar e interpretar datos para ayudar a tomar mejores decisiones, es una herramienta del proceso investigativo, pensar que por aplicar estadística en una investigación ya está todo hecho, es simplemente querer “tapar el Sol” con un dedo, allí no hay investigación, hay elementos potenciales de llegar a ser una investigación. En este mismo orden, hay investigadores que se ufanan de ser “expertos” en análisis multicriterio, y valoran estos análisis como investigaciones avanzadas de gran rigor científico, pero desaprovechan el análisis al no sacar de él una interpretación fenomenológica de lo estudiado y termina por perderse el esfuerzo, culminando como un informe oscuro, que casi nadie lee y que no dibuja el conocimiento en su mayor alcance, sino que se conforma con los resultados del producto de la fórmula bien aplicada con sus datos aparentemente relevantes. El análisis multicriterio, para refrescarles la información,  asume de forma simultánea varios criterios que se consideran en la toma de decisiones; el uso de este análisis ofrece flexibilidad para analizar los efectos de decisiones con criterios cualitativos, pero ha venido siendo usado por investigadores cuantitativos como herramienta exclusiva de su enfoque. El uso de análisis multicriterio, es muy valioso en los procesos de investigación, sobre todo en temas que buscan conocer cómo es el desarrollo de políticas de adaptación de los seres humanos en contextos o realidades determinadas; pero aún así, su uso es más insumo para la interpretación y la toma de decisiones, no es la finitud y totalidad de una investigación.
            Por darse estas confrontaciones de criterio, hoy día no hay una claridad en cuanto al enfoque y determinación del proceso de investigación; cada investigador “cabalga” por su cuenta y hace de sus hallazgos o resultados, productos para el consumo limitado de quienes le entienden o como discípulos están obligados a entenderle, pero la masificación del producto de las investigaciones modernas, no están llegando a un destinatario masivo y popular, y es hacia donde debe orientar la investigación hoy día. Diría que es necesario mercadear la investigación, hacerla atractiva, útil, e ir construyendo entorno a ella un consenso social que la lleve hasta el sitial que merece por el esfuerzo y trabajo que se consume para poder materializarla como ciencia.
            Coincido plenamente con lo expresado por la investigadora María Rosa Alfonso García (Universidad de Antioquia-Colombia), en su ensayo “Aproximaciones a la polémica entre lo cuantitativo y lo cualitativo en la investigación científica”, en que  la esencia de la actividad científica, desde cualquier posición paradigmática y metodológica debe encontrarse el rigor en el acercamiento al objeto, por lo que, resulta evidente que, frente a polémicas, indefiniciones o modelos dominantes por disfrutar de mayor tradición, lo verdaderamente trascendente es que se acceda al  objeto de estudio con visiones incluyentes y postura crítica, pero no negadoras, ni que dependan de preconceptos a los que los investigadores ni siquiera desean renunciar al acercarse al complejo mundo de la investigación social.
Así mismo, afirma Alfonso García, compartimos la idea de que ningún paradigma, método o técnica es en sí mismo superior a otro, lo verdaderamente científico es seleccionar aquellos que permitan acceder con mayor pertinencia a los fenómenos que pretenden estudiar. Al exponer sobre lo inductivo y lo deductivo en ambos enfoques o modelos, ha quedado implícita la idea de que también hay diferencias entre estas aproximaciones, es decir que, precisamente es en torno al papel que se le concede a la teoría por ambos modelos en que entramos también en zona de polémica.
A todas estas, sin embargo, hay una mínima comprensión de la actividad científica, destaca Alfonso García, no sería capaz de negar el valor que tiene la teoría en cualquier aproximación investigativa sea de la naturaleza que sea, aunque naturalmente esto debiera ser motivo de otro trabajo por la complejidad intrínseca del problema y porque históricamente se ha considerado a la teorización un proceder inherente al método científico. En cualquier caso las pretensiones del investigador deben ser declaradas y fundamentadas desde el planteamiento del problema o la referencia a la realidad que será objeto de investigación, lo que le permitirá elegir las alternativas más adecuadas de acuerdo a los objetivos para continuar probando el carácter tentativo de los métodos de investigación en su progresivo acercamiento al objeto.
Como se puede apreciar, la polémica está abierta pero en el rigor de un conocimiento de entrada de que nada de lo que se esté haciendo está “malo”, sino que necesita complementarse, enriquecerse con otras visiones para augurar un cierto acercamiento a la verdad.


Los versionantes en la investigación cualitativa

El conocimiento no es un asunto de “sabiduría” plena, es un asunto de información, vinculación y diálogo. En los denominados niveles del conocimiento hay tres a destacar, son varios, pero destacan tres: uno, el ser humano puede captar un objeto en tres diferentes niveles, sensible, conceptual y holístico, donde el conocimiento sensible es captar un objeto por medio de los sentidos; dos, el conocimiento conceptual, que consiste en representaciones invisibles, inmateriales, pero universales y esenciales; y tres,  el conocimiento holístico, que según Jacqueline Hurtado de Barrera y Marco Fidel Barrera, es también llamado intuitivo, con el riesgo de muchas confusiones, dado que la palabra intuición se ha utilizado hasta para hablar de premoniciones y corazonadas.
En el nivel holístico se concentra una aproximación directa, desde distintas etapas, a eso que se desea conocer. En este nivel hay una totalidad percibida en el momento de la intuición; se distingue el conocimiento holístico del conceptual,  en cuanto a las estructuras, dado que lo holístico carece de estructuras, o por lo menos, tiende a prescindir de ellas; y el conceptual, en cambio, es un conocimiento estructurado, pero ello no aparta lo holístico de lo descriptivo-interpretativo, sino que lo complementa, así hoy se puede argumentar que hay un enfoque holístico cualitativo.
Lo expresado viene a consolidar una postura que hace más de cincuenta años atrás no tenía interés por parte de la comunidad académica; la década de los sesenta y setenta del siglo XX, le dieron un impulso significativo. Hoy día hacer mención de la investigación cualitativa es aproximar a los potenciales investigadores a un afluente de información primario muy rico y fértil.
Hay un aspecto que causa mucho ruido en la investigación cualitativa y es el manejo de la información por parte de los versionantes o informantes claves (hay la figura del portero que es un informante clave piloto que sirve para ayudar a la selección adecuada de los potenciales versionantes). Se piensa, con descuido, que el número de entrevistados o consultados determinan el sentido que se le da a una investigación cualitativa. Es decir, si parto de un solo informante clave, mi estudio debería ser un estudio de caso; pero si tengo de cinco a seis informantes, mi estudio es ya un trabajo de corte fenomenológico, hermenéutico o etnográfico, dependiendo el interés que tenga el investigador. Eso no es así. El número de informantes nada tiene que ver con la intencionalidad de la investigación; quien determina la orientación es el investigador y el plantea si su informante, o informantes, serán los que lleven mayor peso en sus hallazgos o si el trabajo interpretativo de los documentos o textos será la figura que oriente el proceso indagativo, apoyándose en esos informantes claves como punto de vista vivencial del tema abordado como estudio.
Esto lo digo en virtud a que hay algunas voces, no cualificadas, que intentan expresar que si un estudio cualitativo tiene un solo versionante, dicha investigación debería ser un estudio de casos, y eso no es totalmente cierto. Si el investigador asume el informante como un evento de estudio a caracterizar y le da sentido y profundidad a las actuaciones de dicho versionante, es posible que se esté ante un estudio de caso. Pero si el investigador decide indagar sobre la temática en un contexto literal con elementos complementarios vivenciales, como entrevistar a un solo versionante, se está ante una investigación descriptiva-interpretativa, ya sea fenomenológica o hermenéutica, como decida el investigador. Éste detallito ha hecho que muchos protocolos adolezcan hoy día del visto bueno de revisores “expertos”, porque tienen confusión en cuál debe ser el manejo que se le ha dado a los versionantes en una exploración cualitativa.
En concreto, la investigación cualitativa, como expresa S. Taylor y R. Bogdan (1986), en su texto  “Introducción a los métodos cualitativos de investigación”, son personas que por sus vivencias, capacidad de relaciones pueden ayudar al investigador, convirtiéndose en una fuente importante de información y a la vez les va abriendo el acceso a otras personas y a nuevos escenarios. A lo largo de todo el proceso se busca establecer una relación de confianza con los informantes, lo que algunos autores denominan rapport, es buscar una relación de cordialidad que permita que la persona se abra y manifieste sus sentimientos internos al investigador fuera de lo que es la fachada, el exterior.  El informante clave al comienzo del estudio ayuda al investigador a tener una idea clara de los temas pertinentes; el investigador desarrolla preguntas para discutirlas, identifica temas, registra observaciones, y así sucesivamente.
El informante clave es capaz de aportar información sobre el elemento de estudio, pero su figuración en la investigación es delimitada por el investigador, no es un absoluto valorar a un informante clave como la caracterización de un estudio de caso. Por lo tanto, los informantes claves, son personas que permiten a los investigadores cualitativos acercarse y comprender en profundidad la realidad a estudiar.

Un nuevo libro: “Metodología de la Complejidad”
de Ramón E. Azócar A.

Después de cuatro años de construcción y un año de colocación en diversas empresas editoriales (que asegurarán una masificación efectiva del texto), ve la luz mi libro “Metodología de la Complejidad”. Es un texto académico, escrito para orientar a los estudiantes (e investigadores), en la elaboración de estudios desde los diversos enfoques de investigación, pero en el marco del contexto o paradigma de la complejidad. Hasta el momento hay textos muy obtusos sobre la complejidad y sus caras en la dinámica social, pero no hay un texto que delimite la complejidad en el ámbito metodológico, puesto que la complejidad, en sí misma, es una confrontación al racionalismo metodológico. Entonces llevar la camisa dogmática metodológica al cuerpo real, flexible e intranquilo de la complejidad, es una tarea altamente difícil.
Sin embargo, pienso que se ha podido hacer el “milagro”, o un primer acercamiento, un intento por darle coherencia a estructuras muy dispersas que tienden a confundir a propios y extraños. Por ejemplo, cómo comprender, o tener la perspicacia  para reconocer cuando el enfoque etnográfico, en un estudio de una sociedad determinada, se ha de comportar como enfoque cualitativo o como método cualitativo de complemento en un estudio cuantitativo de valoración del modo de vida de una determinada comunidad objeto de estudio. O cómo saber cuándo un análisis de contenido se diferencia de un estudio hermenéutico. Estas situaciones, que quienes estén imbuidos en el tecnicismo metodológico lo entiende perfectamente, es ese inmenso listón en que han colocado a la metodología, o racionalización del pensamiento, en un tiempo histórico que pide a gritos eliminar los esquemas racionalistas e impulsar la “escritura automática” como mejor vía de exploración de lo que quiere el hombre y de lo que aspira en un tiempo en que se ha derrumbado lo sólido de la modernidad y estamos en un tiempo líquido como expresa Bauman que nos obliga a ser creativos e inventivos para sobrevivir a la jungla de la civilización moderna.
En una palabra, el texto que a partir del 30 de septiembre del 2015, tendrá en su despensa la Editora Digital y que lo comercializará internacionalmente, es un aporte para el debate, no es un texto acabado, cuyas ideas no pueden ser mejoradas o transformadas, es un texto para ser leído, condimentado con la sapiencia de la lógica dialéctica, pero para proponer temas mejores, para avanzar, porque si las críticas son para cuestionar, esas críticas no tienen validez, hay que aplicar la máxima de Popper: confrontar teoría contra teoría, y la mejor quedará como verdadera. 
Algunas personas, de mi entorno profesional, que leyeron el manuscrito original, han opinado que el texto “aclara ciertas dudas en cuanto a la complejidad en ese difícil cuerpo dogmático metodológico”; y otros, “que hizo falta más ejemplos prácticos para aclarar ciertas posturas y situaciones de índole metodológicas”. Pero en fin, ha sido bien recibido mi humilde aporte que nace de la experiencia en las aulas de pre y postgrado, y en la vivencia con autores como Jacqueline Hurtado de Barrera, Mirian Balestrini, Mario Tamayo y Tamayo, Fidias Arias e Umberto Eco, a quienes debo la esencia de la comprensión y afinación de algunos de los conceptos reflejados en el libro.
A todas estas, la complejidad es un tema que emerge desde la ciencias y  se ha filtrado en todos los campos disciplinares; Edgar Morin ha sido uno de los primeros en proponer una “Metodología” en el contexto de la complejidad, pero no una “Metodología de la Complejidad”, sino una “Metodología para la complejidad”, aquella, la nuestra, involucra un comportamiento delineado a una cara de la complejidad; ésta, la de Morin, crea condiciones para la comprensión y afirmación de una realidad compleja, es decir, no basta con decir “algo es complejo”, se debe desea ir más allá de el método Cartesiano (propuesto por Descartes), y concretar el estudio de la complejidad como una necesidad contemporánea, donde los grupos interdisciplinares asuman vitalidad para el avance del conocimiento, y la multidisciplina genere una metodología de complementariedad y no “metodologías sectarias o dogmáticas”.
Cada vez, y eso es un asunto de otro libro y de otro debate, estamos más cerca del pensamiento de ese ucraniano existencialista llamado Leo Chéstov (1866-1938), en cuanto a que los escritores deberían partir de un mismo impulso y una misma preocupación; una preocupación por superar un pensamiento especulativo que no se hace cargo de los verdaderos problemas del hombre, esas grandes preguntas de la humanidad: ¿quiénes somos, qué necesitamos, por qué vivimos, hacia dónde vamos? Chéstov fue un antirracionalista, y en su misma condición está el vienés Paul K. Feyerabend (1924-1994), quien en su libro “Contra el método: Esquema de una epistemología anarquista", expresa: “La diferencia entre teoría espistemológica (política, teológica) y práctica científica (política, religiosa) que emerge de estas citas se formula usualmente como una diferencia entre reglas o estándares ciertos e infalibles (o, en cualquier caso, claros, sistemáticos y objetivos) y nuestras falibles e inciertas facultades que parten de aquéllos y caen en el error. La ciencia como debería ser, ciencia del tercer mundo, está de acuerdo con las reglas que acaban de ser denunciadas como peligrosas. La ciencia como realmente la encontramos en la historia es una combinación de tales reglas y de error. De lo que se sigue que el científico que trabaja en una situación histórica particular debe aprender a reconocer el error y a convivir con él, teniendo siempre presente que él mismo está sujeto a añadir nuevos errores en cualquier etapa de la investigación. Necesita una teoría del error que añadir a las reglas ciertas e infalibles que definen la aproximación a la verdad”. Desde este perfil se ha escrito “Metodología de la Complejidad”; sean sus lectores los que digan la última palabra.

El Estado del Arte en la nueva epistemología del saber

La búsqueda de la verdad motiva los procesos de investigación ya sea en los centros formativos académicos o en los grupos de investigación independientes diseminados en buena parte de la geografía nacional y latinoamericana. El problema, de estas investigaciones, se presenta cuando esos grupos o investigadores independientes se creen el centro del conocimiento y asumen “su verdad” como algo inalterable y manipulan las diversas instancias institucionales de la sociedad para que tomen línea en razón de su exabrupto y se imponga por sobre los otros investigadores. El inmenso monstruo del sectarismo, de la egolatría, hacen que un proceso que viene a dotar a los seres humanos de herramientas para ir descubriendo la realidad y descubrirse entorno a ella, termina por ser una camisa de fuerza que viola todos los derechos humanos de quienes tenemos la libertad de disentir y de contradecir potenciales hipótesis impuestas como verdad.
Una de esas etapas del proceso de investigación que es incomprendida, de manera reiterativa, por metodólogos y científicos en la construcción de sus informes de investigación, es lo que se conoce como “estado del arte”, que para algunos autores es “marco teórico-referencial”, o “teorías de fundamentación del objeto de estudio”. Hay incomprensión técnica y metódica acerca de cómo encarar el estudio del arte y sobre todo, se impone la tradición de la escuela a la cual el investigador-docente pertenece. La mejor manera de dotar de habilidades y destrezas metodológicas a los estudiantes, es permitiéndole que ellos vayan construyendo por sí mismos su método, sus niveles de pensamiento y de reflexión acerca de lo que les interesa estudiar de la realidad y de las relaciones humanas en esa realidad.
En este sentido, la metodología de la investigación no debería contar con “profesores de metodología”, sino con orientadores, o guías en todos los estilos, tipologías o enfoques relacionados con el proceso de investigación. Cuando uno se centra en eso único que uno ha aprendido, lo que hace es dar herramientas equivocadas a la realidad contextual de cada estudio y comete el error de truncar la posibilidad de un futuro investigador innovador en un área determinada de indagación.
Ahora bien, el estado del arte debe valorarse como el marco de ideas, pensamientos, propuestas, comentarios, teorías, entre otras; que ayudan a entender el objeto de estudio en un contexto determinado. Allí la temporalidad contemporánea la da el contexto, no así las posturas que se citen o investiguen. Es cierto que se necesita información fresca, de nueva data, pero no se pueden menospreciar los alcances de ideas que se pudieron haber dicho hace más de cien años, pero que aún tienen vigencia por la realidad social, política y cultural en que vive la sociedad (quizás la económica y administrativa, merezcan datos actuales, pero a veces lo histórico puede ayudar a comprender el por qué del comportamiento de una variable en el tiempo actual).
El estado del arte se aborda para hacer un acercamiento formal del sujeto que investiga a las fronteras del conocimiento que tienen relación con su objeto de estudio. El investigador reconoce y conoce, otras investigaciones que le permite clarificar sus ideas respecto a su tema de interés y definirlo, delimitarlo, enfocarlo, desde la perspectiva que haga posible extraer nuevo conocimiento que es el primer acercamiento a la verdad.
Así mismo, el investigador necesita el estado del arte para saber qué es lo último que se ha producido respecto al tema y conocer a los autores que están haciendo investigación acerca del mismo; de manera que pueda iniciar un intercambio de información y así establecer una relación académica con otros investigadores, un aspecto que, por la soberbia de algunos “sudo-académicos”, hoy día casi no se da, hay mucha mezquindad y envidia en ese gremio.
El estado del arte, como la primera parte de toda investigación, describe los estudios más recientes y actuales que sobre un tema en específico se han realizado. Ahora bien, en otras culturas es otra cosa; por ejemplo, para los investigadores anglosajones, “the Estate of Art”, se refiere al conocimiento o tecnología de punta o vanguardia, y buscan investigaciones cuya característica es que la más reciente se refiere a los últimos cinco años, desde el referente de actualidad en el cual se inicia el estudio. 

Es decir, ellos no le dan importancia al referente histórico; aunque el debe ser nos indica que el estado del arte ha de estar vinculado y articulado en razón de la realidad en donde se hace la investigación, y no extrapolar recetas de otras experiencias de investigación que adolecen de conexión con el ámbito y dinámica de un investigador determinado. El estado del arte es una descripción  donde sistemáticamente se reseñan los avances existentes acerca del tema que se ha escogido para estudio, siendo de carácter más cualitativo (así la investigación se presente cuantitativa, el estado del arte debe ser redactado destacando cualidades y describiendo la realidad y sus vínculos con el objeto en estudio), en el que se detallan los resultados y enfoques de las investigaciones en torno al tema por parte de otros investigadores. La descripción gira esencialmente en razón de cuatro incógnitas: ¿Quién? El investigador que desarrolló estudio. ¿Cuándo? El año en que se publicaron los resultados del estudio. ¿Qué? El objeto de estudio. Y ¿Dónde? El lugar en donde se realizó la investigación. 

viernes, 17 de julio de 2015

METODOLOGÍAS PARTICIPATIVAS (I.A.P)







Desde sus orígenes, han sido numerosas las definiciones realizadas, más centradas en la Investigación-Acción, que de forma implícita asume la participación. Posteriormente, se diferencia la Investigación-Acción de la Investigación-Acción
Participativa, como consecuencia de la evolución histórica de la primera.

Pasando a la práctica, brevemente, como principios básicos y fundamentales de la IAP, según los autores consultados, tenemos los siguientes:

- Negociar la demanda y el proyecto.
- Consensuar la demanda y el proyecto. El trabajo ha de estar apoyado por
comisiones o grupos de trabajo.
- Utilizar técnicas de investigación con orientación participativa y en aquellas
técnicas cuantitativas que sean necesarias utilizar, hacer partícipes a los propios
componentes de la comunidad
- Designar analizadores del proceso que supervisen el trabajo Devolver siempre la
información a la comunidad.
- Todo lo llevado a cabo a e estar planificado y ser evaluado.

En cuanto a la orientación de un proceso de IAP es siempre necesario reflexionar sobre los siguientes consejos:
1. Evitar el vanguardismo y el monopolio del conocimiento.
2. La IAP es un proceso formativo de la gente que participa.
3. Reflexibilidad permanente de la acción.
4. Fomentar la participación real.
5. Evitar las representaciones legítimas.

 Por otro lado, hay que tener en cuenta que el proceso de la IAP es fundamentalmente cualitativo. Villegas hace un análisis desde este punto de vista. Va analizando la IAP desde un enfoque más ético que técnico. Define literalmente la IAP como: “el planteamiento ético en el que se puede desarrollar lo que hemos denominado un estilo de resolución de problemas”. Distingue cuatro momentos:
1. Preocupación temática
2. Plan
3. Acción
4. Observación y reflexión.

Desde un punto de vista métodico, en cualquier acción o proyecto que se realice en la comunidad se seguirá una secuencia en espiral (cíclica) de las siguientes acciones:
- Análisis de la realidad social.
- Programación.
- Implementación.
- La evaluación.

 En el terreno metodológico, la metodología participativa quiere contribuir a la construcción de una nueva sociedad, que incorpore las necesidades de cambio y amplíe
la perspectiva a las causas globales de las problemáticas en cuestión. Se basa en la búsqueda de un consenso respetado por todos. Se trata de impulsar un acuerdo social cuyo horizonte de implementación requiere un largo margen de tiempo; un acuerdo social que involucre a todos los agentes sociales organizados, a los propios usuarios y a la ciudadanía en general.

En síntesis, la metodología participativa busca:
1. Partir siempre de la realidad y de la experiencia de los sujetos.
2. Generar un proceso lúdico y creativo de reflexión y análisis sobre las creencias.
3. Actitudes y prácticas que forman parte de su realidad y la de su grupo.
4. Volver a la realidad con nuevas formas de actuar sobre ella.

El dinamizador/a, elemento técnico de este proceso, tal como su nombre lo indica, es el encargado de facilitar los procesos que se generan dentro de la metodología
participativa. De esta forma su papel principal consiste en promover la participación, la reflexión y el diálogo de todas las personas incluidas en el proceso.

El antecedente más remoto de la Investigación-Acción es lo descrito por el pionero Thomas Chalmers. A partir de este momento surge la formación de la ayuda profesional en escuelas de Acción Social.

Todo el trabajo de la ayuda y la intervención social comienza a realizarse a través de la
Investigación-Acción, que está continuamente nutriéndose de las distintas disciplinas.

En la actualidad, esta última es una actividad interdisciplinar de la pedagogía social, de la antropología social, de educación social, entre otros.

En cuanto a los modelos, los libros que abordan el tema de la investigaciónacción suelen ponerse de acuerdo al señalar tres tipos de investigación-acción: técnica, práctica y crítica emancipador. Nosotros haremos hincapié en la modalidad que corresponde a la investigación-acción-participante, la crítica emancipadora.

La investigación-acción técnica, cuyo propósito sería hacer más eficaces las prácticas sociales, mediante la participación del profesorado en programas de trabajo diseñados por expertas o un equipo, en los que aparecen prefijados los propósitos del mismo y el desarrollo metodológico que hay que seguir.

La investigación-acción práctica confiere un protagonismo activo y autónomo al profesorado, siendo éste quien selecciona los problemas de investigación y quien lleva
el control del propio proyecto.

La investigación-acción crítica, emancipatoria incorpora las ideas de la teoría crítica. Se centra en la praxis educativa, intentando profundizar en la emancipación del
profesorado (sus propósitos, prácticas rutinarias, creencias), a la vez que se trata de vincular su acción a las coordenadas sociales y contextuales en las que se desenvuelven,
asó como ampliar el cambio a otros ámbitos sociales. 

La investigación-acción no sólo la constituyen un conjunto de criterios, asunciones y principios teóricos sobre la práctica educativa, sino también un marco metodológico que sugiere la realización de una serie de acciones que debe desarrollar el profesorado como profesionales de la educación. La investigación-acción se suele conceptualizar como un proyecto de acción formado por estrategias de acción. Es un proceso que se caracteriza por su carácter cíclico, que implica un vaivén –espiral dialéctica- entre la acción y la reflexión, de manera que ambos momentos quedan integrados y se complementan. El proceso es flexible e interactivo en todas las fases o pasos del ciclo. A modo de síntesis, la investigación-acción es una espiral de ciclos de investigación y acción constituidas por las siguientes fases: planificar, actuar, observar y reflexionar. Enmarcamos pues, a la Investigación-Acción Participativa dentro de la de Investigación-Acción Emancipatoria. 

Análisis conceptual de la IAP. (Desde 1981 hasta la actualidad) López Cabanas y Chacón (1997)1
.
 Desde sus orígenes han sido numerosas las definiciones realizadas, más centradas en la Investigación-Acción que de forma implícita asume la participación.

Hasta aquellas en que se diferencia la Investigación-Acción de la Investigación- Acción Participativa, como consecuencia de la evolución histórica de la primera. Veamos a continuación algunas definiciones que consideramos de interés:

Hall (1981)
“La Investigación-Acción es una actividad integrada que combina la investigación social, el trabajo educacional y la acción”. Para este autor se trata de la integración de
tres formas de intervenir. Al plantearse una investigación desde la acción, los participantes se convierten en agentes investigadores, con lo cual el trabajador social será el dinamizador.

Demo (1984)
“La investigación participativa (IP) busca la identificación totalizante entre sujeto y objeto, hasta el punto de eliminar la característica del objeto, hasta el punto de eliminar la característica del objeto. La población investigada es motivada a participar de la investigación como agente activo. Produciendo conocimiento e interviniendo en la propia realidad. La investigación se torna instrumento en sentido de posibilitar a la comunidad la asunción de su propio destino”.

Ander-egg (1990)
“La Investigación-Acción Participativa supone la simultaneidad del proceso de conocer de intervenir, e implica la participación de la misma gente involucrada en el programa de estudio y acción”.

De Miguel (1993)
“Cuando se habla de IAP nos referimos a un modelo peculiar de Investigación-Acción que se caracteriza por un conjunto de principios, normas y procedimientos metodológicos que permiten obtener conocimientos colectivos para transformar una determinada realidad social. Esta continuación implica que el proceso de Investigación-Acción solo se puede organizar sobre la acción de un colectivo de personas que promueven el cambio social”. Este autor habla de un modelo de intervención con la comunicad (grupos) no se trata de forma de intervenir a cualquier nivel, solo cabe en un ámbito colectivo que participe, sea activo para con el cambio social (modelo de intervención grupal o comunitario, no individual-familiar). 

Arango (1995): “La IAP es un proceso metodológico sistemático, insertado en una estrategia de acción definida, que involucra a los beneficiarios de la misma en la producción colectiva de los conocimientos necesarios para transformar una determinada realidad social”. Arango no habla de un modelo sino de un método que cabe insertar en distintas estrategias. Al contar con este método se teorizará a través de la propia comunidad. 

Los principios de la IAP. Villasantes (2006). Según Villasantes existen dos tipos de principios metodológicos para la organización del proceso de la IAP y los principios metodológicos para la orientación del proceso de IAP.

Principios metodológicos para la organización del proceso de la IAP:

-Para organizar un proceso de IAP es necesario seguir los siguientes pasos:
ƒ -Negociar la demanda y el proyecto.
ƒ- Consensuar la demanda y el proyecto (consenso claro de objetivos,
competencias y finalidades).
ƒ-El trabajo ha de estar apoyado por comisiones o grupos de trabajo, donde quede
representados todas las áreas de la comunidad.
ƒ-Utilizar técnicas de investigación con orientación participativa (asambleas,
talleres, grupos de discusión...) y en aquellas técnicas cuantitativas que sean
necesarias utilizar (encuestas, estadísticas...). Hacer partícipes a los propios
componentes de la comunidad (no técnicos o becarios externos) por ejemplo,
encuestas para mayores ejecutadas por los propios mayores.
ƒ-Designar analizadores del proceso que supervisen el trabajo de todas las
comisiones (establecer un feed-back que permita ir reorientando todo el
proceso).
ƒ-Devolver siempre la información a la comunidad. Es necesario hacer cortes en el
proceso donde la información sea devuelta a la comunidad y sea esta
consensuada.
ƒ-Todo lo llevado a cabo a e estar planificado y ser evaluado. 

Principios metodológicos para la orientación del proceso de la IAP.

Para orientar un proceso de IAP es necesario seguir los siguientes pasos:

a) Evitar el vanguardismo y el monopolio del conocimiento.
b) La IAP es un proceso formativo de la gente que participa.
c) Reflexibilidad permanente de la acción, es decir, sobre la experiencia o papel de la autoinvestigación.
d) Fomentar la participación real desde la formación de las comisiones de investigación. 

Evitar las representaciones legítimas, es decir, “no nombrar representar a nadie
de nadie de los grupos comunitarios”. La responsabilidad en los procesos de IAP debe ser rotativa y llevaba a cabo por todos los miembros del grupo.

Villasantes también habla de una serie de reglas en relación con las instituciones, tales como:
ƒ 
-Considera importante que en las instituciones se nos de la posibilidad de la crítica y la autocrítica de las mismos, además de la autoevaluación;
ƒ 
-Renunciar a la identidad o sentido de pertenencia que se tiene con nuestra administración u organismo representante; y
ƒ
-Devolución permanente a la comunidad de la información y los resultados obtenidos en la investigación. Esto favorece que se rompa con el autoritarismo que se da en las relaciones con las instituciones que financian la investigación. 

Villegas hace un análisis de la IAP desde un punto de vista cualitativo. Va analizando la
IAP desde un enfoque más ético que técnico. Define literalmente la IAP como: “el planteamiento ético en el que se puede desarrollar lo que hemos denominado un estilo
de resolución de problemas”.

El autor considera que la IAP encaja con el modelo de intervención de la solución de crisis y problemas. Desde este modelo, que para él es el que fomenta los procesos de la
IAP, distingue cuatro momentos:

1. Preocupación temática: la IAP comienza con el desarrollo de un Plan de Acción dirigido a los cambios y a la transformación de la realidad. Y a un Plan de Acción Formativo e Instructivo para la comunidad.

2. Plan: es una actuación para poner en marcha el Plan de Acción. Se trata de la fase de implementación del Plan de Acción.

3. Acción: a partir de este momento comienza la ejecución del Plan de Acción. La función básica del trabajador social es la observación y control de los efectos y resultados que están dando las acciones en el contexto en el que se está trabajando.

4. Observación y reflexión: finalmente es necesario llevar a cabo una reflexión sobre los resultados y coceptualizando los efectos de la intervención. A continuación se hará una reprogramación del Plan de Acción. A este último momento, Villegas lo denomina “espiral autoreflexiva de la intervención”. 

La IAP como Estrategia de Acción. López Cabanas y Chacón (1997)

En la IAP como estrategia de Acción podemos distinguir cinco fases:

1. FASE PRELIMINAR “Difusión, negociación, marketing y publicidad”. En todo proceso de IAP se puede identificar una fase preliminar en la que se da aconocer en el proyecto y se negocian las instituciones (Administración pública,...), se
gestiona y tramita la financiación (subvención)... Se trata de una fase de difusión y negociación, de marketing y publicidad para dar a conocer el proyecto. Dicha fase va a
culminar en la elaboración, firma y acuerdo de un convenio para desarrollar el proyecto.

En dicho convenio se debe regular el modelo de participación comunitaria en el que se va a desarrollar el proyecto. Otro punto importante que aparece reflejado en ese convenio, es el nombramiento de los cargos, las responsabilidades entre las personas de
la comunidad, entre otros. Como se ha mencionado anteriormente los cargos rotativos, pero aún
así deben constar desde el principio en dicho convenio. Es importante una gran difusión o publicidad antes de la firma del convenio.

1ª FASE “Cohesión de grupo y fijación de los objetivos”
 Normalmente comienza esta fase con un grupo motor que empieza el proceso, o se suele contar con un nivel previo de participación con la comunidad. Se inicia
haciendo un trabajo comunitario por zonas y por sectores. Es importante que al formar estos grupos, se establezcan unos reglamentos de régimen interno o de funcionamiento
grupal. Además, es necesario procurar que cada grupo seleccione los temas que se van a trabajar o investigar en el proceso de la IAP. Una vez zanjada la parte de cohesión grupal se procede al cierre de la primera fase, esto se da cuando el grupo “pone sobre la mesa” los problemas y en base a ellos se establecen unos objetivos.

2ª FASE “Diagnóstico participativo y análisis crítico de los factores que provocan los problemas seleccionados”
 
Esta fase cuenta con cuatro pasos diferentes que se exponen a continuación:

5. Exposición del problema: provocar la expresión abierta y liberal de la representación social del problema. Es decir registrar abiertamente la expresión del problema por parte de los ciudadanos. La labor del profesional en este paso reside en grabar o registrar esas expresiones por parte de la
comunidad sobre la realidad social.

6. Debate y réplica de la comunidad: esas manifestaciones liberales expuestas
por la propia comunidad dan lugar a un debate donde se aborda el problema desde diversos ángulos y puntos de vista.

7. Recogida de información: en este tercer paso, la comunidad ha de hace una recogida de la información planteada sobre el problema y consensuada en el
paso anterior. Lo que hace que sean las propias personas investigadoras de la realidad social, para lo que hay que formarlos y entrenarlos como encuestadores, buscadores documentales, entre otras.

En esta fase de diagnóstico la comunidad llevará a cabo la recogida de información desde cuatro subsistema del contexto donde se buscan puesfactores de riesgo (causas que provocan el problema) y factores de protección (favorecedores). Dichos subsistemas son los siguientes:

 -Microsistema: hace alusión a las relaciones de las personas del entorno inmediato. Se trata de la primera información que va a buscar la comunidad
en el proceso de investigación (familia, vecinos, entre otros.)
 
-Mesosistema: entendiendo este como el conjunto de microsistema
comunitarios (Centro de SS.SS., asociaciones de vecinos, agrupaciones del
carnaval, etc.).

 -Exosistema: se trata de aquellas estructuras comunitarias en las que no se relacionan directamente las personas, pero si tienen que ver con su vida (Plenos del Ayuntamiento, la Promoción Educativa de la Consejería de
Educación, etc.). Pues aunque un individuo no se relacione directamente con las estructuras de poder, las decisiones que desde éstas se tomen influirán directamente en aspectos de su vida.
 
-Macrosistema: se trata de aquellos ámbitos macroestructurales que organizan, determinan y regulan la vida social (Parlamento, Senado,
Normativa, Leyes, Economía Social, entre otros.).

8. Replanteamiento crítico del problema: trata de devolver a los grupos participantes en la comunidad toda la información anterior recopilada en los cuatro subsistemas. Una vez analizada la información perteneciente a los distintos subsistemas se elabora el diagnóstico.

 Referencias Bibliográfica

- Barranco, C. (2005) Apuntes de Teoría del Trabajo Social I. Sin publicar.

- López Cabanas, M y Chacón, F. (1997). “Intervención psicosocial y Servicios Sociales. Un enfoque participativo”. Madrid: Ed. Síntesis.

- López de Ceballos, P. (1987) Un método para la investigación-acción participativa. Madrid: Popular S.A.

- Marti, J. (2006). La investigación-Acción Participativa. Estructura y fases.Madrid: Popular S.A.

-Villasantes, T. (2000). “La investigación social participativa”. Madrid: Ed. El viejo topo.

- Redes.eurosur.org/escuelasdeciudadanía.

- Salazar, M.C. (1992). La investigación acción participativa. Madrid. Edición Popular.

- Villasante, T., Montañés, M. y Martí, J. (Coord) (2000). La Investigación Social Participativa. Construyendo Ciudadanía. España: El Viejo Topo.

- Villegas Ramos, E.L. (2007). “Investigación Participativa” en Perez Serrano, G
(2000). “Modelos de Investigación cualitativa en Educación Social y Animación Sociocultural. Aplicaciones prácicas”. Madrid: Ed. Nacea.

- Latorre, A. (2003).La investigación-acción. Conocer y cambiar la práctica educativa. Barcelona. GRAÓ.

- Herrera, J. (2007) Manual Gerencia y Administración de Servicios Sociales. Andocopias S.L. Drago, Tenerife. 



martes, 2 de junio de 2015

PARTES DEL TRABAJO DE APLICACIÓN (Algunas definiciones)




Ilustración: Obra de Belén Girard, 2015.

RESUMEN


SIGNIFICADO: Es la forma abreviada de un texto original, al que no se le han agregado nuevas ideas y que representa en forma objetiva, pero más acotada, los contenidos de un texto o escrito en particular. La objetividad de un resumen resulta de gran importancia, ya que junto a la brevedad, son los elementos esenciales para poder hablar de la realización de un resumen. Un resumen es utilizado en múltiples formas; muchas veces se ubican al comienzo de un libro o escrito a fin de exponer en forma breve aquellos temas que se tratarán, o bien, se utiliza como una efectiva herramienta de aprendizaje, facilitando la retención de contenidos que muchas veces resultan tediosos o muy extensos.

Para la realización de un resumen es necesario tener en cuenta la estructura del texto original y de este modo, respetar de la mejor manera posible lo expuesto por el autor del texto original, tanto en la introducción, como en el desarrollo y en la conclusión de la exposición de sus ideas o conocimientos. En términos prácticos el resumen incluye tal como el texto original una introducción, la metodología del estudio (si es que aplica), el desarrollo, y una conclusión con recomendaciones (si es que estas aplican).

Por lo general, la mejor forma de realizar un resumen consta de una primera lectura del texto, en el que se intenta comprender a cabalidad los contenidos allí expuestos, para luego, en una segunda lectura, poder centrarse en la búsqueda de las ideas centrales. En esta segunda etapa es recomendable subrayar las ideas para luego extraerlas dentro de su contexto particular. Finalmente, para lograr un buen resumen será necesario tomar las ideas principales que se han encontrado para luego poder redactar un nuevo texto que respete y refleje la estructura del texto original conservando las ideas centrales de este. Un buen resumen, además de reflejar en forma objetiva los contenidos del texto original, los explica en una forma más sencilla y utiliza conceptos de más fácil comprensión, ya que para ahondar en los temas, siempre se contará con el escrito original. El resumen entre más breve mejor; no debe pasar de 300 caracteres.

INTRODUCCIÓN
SIGNIFICADO: Según el DRAE es: "(Del lat. introductĭo, -ōnis). f. Acción y efecto de introducir o introducirse. || 2. Preparación, disposición para llegar al fin propuesto. || 3. Exordio de un discurso o preámbulo de una obra literaria o científica. || 4. Entrada y trato familiar e íntimo con una persona. || 5. Mús. Parte inicial, generalmente breve, de una obra instrumental o de cualquiera de sus tiempos. || 6. Mús. Pieza musical que precede a ciertas obras teatrales. □ V. privilegio de ~."  Otros diccionarios: "Entrada, principio, prólogo. fig. Presentación, conocimiento de una persona"; y según se tiene entendido, en un trabajo académico la introducción le que da una idea somera, pero exacta de los diversos aspectos que componen el trabajo. Se trata, en última instancia, de hacer un planteamiento claro y ordenado del tema de la investigación, de su importancia de sus implicaciones, así como de la manera en que se ha creído conveniente abordar el estudio de sus diferentes elementos.  Una introducción obedece a la formulación de las siguientes preguntas: ¿Cuál es el tema del Proyecto? ¿Por qué se hace el Proyecto?  ¿Cómo está pensado el Proyecto?  ¿Cuál es el método empleado en el Proyecto?  ¿Cuáles son las limitaciones del Proyecto?

CAPÍTULO I. EL PROBLEMA
         Planteamiento del Problema
         Objetivos de la Investigación
                   Objetivo General
                   Objetivos Específicos
         Justificación y Alcances de la Investigación

SIGNIFICADO: Todo problema surge a raíz de una dificultad; ésta se origina a partir de una necesidad, en la cual aparecen dificultades sin resolver. De ahí la necesidad de hacer un planteamiento adecuado del problema a fin de no confundir efectos secundarios del problema a investigar con la realidad del problema que se investiga. No solamente es necesario visualizar el problema, sino además plantearlo adecuadamente. Por tanto, el planteamiento va a establecer la dirección del estudio para lograr ciertos objetivos, de manera que los datos pertinentes se recolectan teniendo en mente esos objetivos a fin de darles el significado que les corresponde.

En relación con el planteamiento del problema conviene hacer distinción entre:

1. Problemas.

2. Problemas de investigación.

3. Problemas de la investigación.

4. Problemas del investigador.

5. Y problemas a investigar.

Debe haber una actitud de objetividad ante la dificultad; ésta es una actitud básica del investigador. Un problema de investigación no debe ser afectado por los prejuicios o las preferencias personales del investigador; la investigación no pretende resolver problemas personales, a no ser que éstos sean el objetivo de la investigación. La actitud de objetividad hacia los problemas de investigación nos exige tomar el tiempo necesario para entender la complejidad de la dificultad y, conociendo la realidad de la dificultad, llega a conocer los diversos factores que inciden en ella.

A partir de la identificación del problema surge la necesidad de su análisis, es decir, a la acción de descomponer el problema en sus partes constitutivas, previa identificación de ellas (elementos), y de las mutuas relaciones, las circunstancias concretas en las que aparece el problema.

Descripción del problema

No se pueden plantear problemas de investigación a espaldas de la realidad que se investiga. Un problema investigable es un punto de conflicto conectado con una situación de dificultad en la que hay una duda por resolver y pueden preverse dos o más soluciones. El planteamiento del problema pone de manifiesto tres aspectos que deben tenerse en cuenta desde el principio:

1. Descripción del problema.

2. Elementos del problema.

3. Formulación del problema.

La descripción del problema es la complejidad de la realidad del problema, en relación con el medio dentro del cual aparece. Implica conocimiento más o menos adecuado a la realidad. La descripción presenta todos esos puntos que unen circunstancia-problema en relación con la investigación. Cuando se describe un problema se hace ambientación de todas aquellas características que se presentan inicialmente en el tratamiento del problema y a partir del cual se formularon hipótesis, variables, formulación del problema y respaldo teórico.

Cuando el investigador describe un problema, presenta los antecedentes de estudio, las teorías en las que se basó y los supuestos básicos en los que se apoya el enunciado del problema. Debe aclarar en particular qué personas, materiales, situaciones, factores y causas serán consideradas o no. Un enunciado completo del problema incluye todos los hechos, relaciones y explicaciones que sean importantes en la investigación. Hay que encuadrarlo en un enunciado descriptivo o en una pregunta que indique con claridad qué información ha de obtener el investigador para resolver el problema.

El flujo del planteamiento del problema nos pone de manifiesto la necesidad que existe en conectar una dificultad específica con una serie de dificultades. Para determinar una dificultad específica en su localización espacio-temporal dentro de la complejidad de una situación problemática, se debe ir seleccionando los diversos aspectos que inciden en ella; es decir, individualizar los puntos de conflicto en la forma más correcta posible.

Ante una dificultad problemática de posible investigación, hay que asumir una actitud objetiva y tomarse el tiempo suficiente para entender y comprender la complejidad de la dificultad conociendo el contexto o circunstancia en la cual aparece la dificultad, Así se puede llegar a determinar los factores de la realidad del problema y así describir y formular adecuadamente el problema.

Es decir, las circunstancias presentan el contexto en el cual aparece la dificultad, y ésta da origen y orienta al problema. Por ello, el problema es la relación existente entre dificultad y circunstancia. El reconocimiento de una situación problemática proporciona un punto de partida, pero antes es necesario aislar, pensar y aclarar los hechos que originan el problema. El investigador debe determinar límites razonables; para ello puede descomponer la pregunta original en varios interrogantes secundarios.

Una vez concretizados los puntos del conflicto conviene juzgarlos no desde el punto de vista de su relación con la dificultad que se estudia. No se trata de valorar la dificultad, se trata de enfrentarnos a ella, conviene por tanto mirar los puntos del conflicto en razón de su proyección de los problemas de investigación. Al hablar de la dificultad de la cual surge un problema de investigación; dentro de la complejidad de una situación de dificultad debemos ir separando diversos aspectos. Uno de los métodos es el de individualizar puntos de conflicto de la forma más concreta posible, se trata de atender individualmente los diversos factores que intervienen en la dificultad en la cual nos ocupamos, a fin de examinar los diversos puntos concretos de conflicto para ver si se encuentran o no problemas investigables.

Un problema investigable es un punto de conflicto conectado con la situación de dificultad, en el que hay una situación de duda y para el que se ven dos o más posibles soluciones. Un punto de conflicto en una situación de dificultad ante la que nos encontramos, no es un problema investigable, a no ser que haya duda acerca de la solución que conviene aplicar.

Si ya se tiene o se ha determinado el modo como hay que resolver el conflicto, no es necesario investigar más; es decir, si obteniendo en la investigación el resultado que sea se va a tomar al final una decisión predeterminada inicialmente, ¿qué sentido tendrá la~ investigación? La situación de duda presentada por un problema investigable se refiere a la solución que conviene aplicar al punto concreto del conflicto. Si nuestra dificultad es teórica, la duda se aplicará a la verdad que conviene aplicar al punto concreto del conflicto. Si nuestra dificultad es teórica, la duda se aplicará a una verdad que aclara el punto oscuro, pero si la dificultad es de orden práctico, la duda se centrará sobre una forma de solución del punto de conflicto.

El punto de conflicto para ser un problema investigable implica la existencia y conocimiento dedos posibles soluciones, o más, entre las que no hay preferencia específica, pues de existir ésta, ¿qué fin tendría la investigación? Siempre que un punto de conflicto sea un problema investigable, tendremos que encontrar diversas soluciones posibles y tener una duda razonable sobre cuál es la mejor; es decir, una duda que nos prepare para admitir que la solución mejor es una de la cual no habríamos sospechado al principio y cuya presencia resultó de la investigación.

Veíamos que para poder hallar la mejor solución en una situación de dificultad conviene detectar diversos punt9s de conflicto conectados con la situación de dificultad. Detectado el punto de conflicto y sus posibles soluciones y si se presenta duda razonable sobre cuál será la mejor, nos encontramos frente a un problema investigable. Por tanto, después de afrontar situaciones de dificultad y haber conocido diversos aspectos y observado su contexto, debemos procurar detectar uno o más problemas investigables.

Al identificar el problema investigable adquirimos un conocimiento nuevo frente a la situación de dificultad, y ese conocimiento nos encauza hacia la solución del conflicto planteado por la dificultad. Cuando aún no logramos identificar problemas investigables, no estamos capacitados para iniciar una investigación metodológica cuyos fines estén claramente precisados y delimitados. El investigador tiene que llegar a conocer mejor, en su conjunto, la situación de dificultad que aquellas personas que están dentro de ella. En este sentido, es fundamental la experiencia en el terreno o ciencia sobre la cual se va a investigar.

Generalmente, los problemas pueden identificarse de varias formas, siendo las más comunes la intuición y la deducción. La intuición nos hace ver posibles conexiones o relaciones de aspectos aparentemente no relaciona-dos, y la deducción se presenta cuando observamos que la situación de dificultad, bien sea teórica o práctica, ha sido abordada una o varias veces desde uno o varios puntos de vista por diversas investigaciones. Es decir, la investigación por deducción se realiza después de una investigación, en la cual el problema se presentaba por falta de conocimientos.

Se suele decir que un problema bien planteado es un problema resuelto, lo cual es verdad, ya que generalmente así sucede en la realidad. Muchas veces ocurre que los problemas no son investigables, es decir, se encuentran demasiado confusos debido a que la situación de dificultad es extremadamente complicada, tanto desde su punto de vista teórico como práctico, hasta el punto que se hace imposible plantear un problema investigable. De lo cual se deduce que "la investigación pura no existe o no sirve para nada" ya que ésta siempre se hará en relación con:

En relación con el análisis de una situación problemática, se sugiere tener en cuenta los siguientes aspectos, los cuales se acompañan de un gráfico ilustrativo.

1. Reunir los hechos en relación con el problema.

2. Determinar la importancia de los hechos.

3. Identificarlas posibles relaciones existentes entre los hechos que pudieran indicar la causa de la dificultad.

4. Proponer explicaciones de la causa de la dificultad y determinar su importancia para el problema.

5. Encontrar, entre las explicaciones, aquellas relaciones que permitan adquirir una visión más amplia de la solución del problema.

6. Hallar relaciones entre hechos y explicaciones.

7. Analizar los supuestos en que se apoyan los elementos identificados.

Elementos del problema

Son elementos aquellas características de la situación problemática imprescindibles para el enunciado del problema, es decir, sumados los elementos del problema se tiene como resultado la estructura de la descripción del problema. Para poder abarcar la búsqueda de una solución a un problema, el investigador debe precisar la naturaleza y las dimensiones del mismo. Para ello, se requiere reunir datos que se puedan relacionar con el problema y posibles soluciones del mismo. Para que la lista obtenida de los elementos del problema adquiera verdadero significado, el investigador procurará hallar las relaciones que existen entre los hechos, por una parte, y entre las explicaciones, por otra, y tratará de relacionar aquéllos con éstas.

Después de enumerar los elementos que considere más importantes y de procurar hallar las relaciones existentes entre ellos, el investigador buscará datos que le permitan confirmar sus hallazgos, verificar la exactitud de sus conclusiones con respecto a la naturaleza del problema y determinar si no existen otros hechos, explicaciones y relaciones. Luego de incorporar nuevos datos a la lista de elementos y eliminar los que considera carentes de importancia, el investigador realizará un examen de los supuestos en que se basan los hechos, explicaciones y relaciones halladas.



FORMULACIÓN DEL PROBLEMA



Una vez hecha la descripción de las circunstancias en la cual aparece la dificultad que da origen al problema, viene la parte final, es decir, la elaboración o formulación del problema, la cual consiste en la estructuración de toda la investigación en su conjunto, de tal modo que cada una de las piezas resulte parte de un todo y que ese todo forme un cuerpo lógico de investigación. La primera etapa en la formulación de la investigación es reducir el problema a términos concretos y explícitos. A pesar de que la selección de un tema de investigación haya sido determinada por consideraciones ajenas a las científicas, la formulación del mismo en forma de problema de investigación es el primer peldaño a subir en la investigación científica, luego debe estar influenciado por las condiciones del procedimiento científico.

La primera fase de la formulación es el descubrimiento de un problema necesitado de solución. El asunto elegido para la investigación es frecuentemente de tal envergadura que no pueden ser investigados simultáneamente todos los aspectos del problema. La tarea debe reducirse de manera que pueda ser abarcada en un solo estudio o dividida en cierto número de sub-cuestiones que puedan ser llevadas a cabo en estudios separados. Reduciendo el problema a términos que pueden ser abordados en un solo estudio se procede a las fases de la investigación. En la elaboración y formulación del problema, la definición es el primer paso más importante. La definición hay que realizarla sobre cada uno de los elementos que se han identificado en el problema.

A todas estas, Definir un problema es declarar en forma clara y concreta sus diversos elementos, de tal manera que queden bien precisados al igual que sus relaciones mutuas. Es decir, debe contemplar tanto el problema como los elementos conectados con él. Al definir el problema hacemos posible que otros puedan entender lo que pretendemos o tratamos de conseguir con la investigación. Definir un problema significa especificarlo en detalle y con precisión. Cada cuestión y aspecto subordinado que deban responderse han de ser delimitados. Deben determinarse los límites de la investigación. Con frecuencia es necesario revisar estudios con objeto de determinar con exactitud lo que se ha de hacer. A veces es necesario formular el punto de vista o teoría educativa sobre la cual ha de basarse la investigación.

Una vez definido el problema, se hace necesario formularlo y redactarlos con el fin de contar a lo largo de la investigación con los elementos precisos y claramente detallados de los diversos aspectos de la definición. Al formular el problema se hace la presentación oracional del mismo, lo cual constituye una síntesis del problema. El problema se formula con base en las necesidades descritas y su relación con los elementos que se han detectado y tanto elementos como hipótesis tienen que ser compatibles entre sí en relación con la investigación. Cuando un problema está bien formulado se tiene ganada la mitad del camino hacia su solución; en la formulación del problema debe considerarse tanto el problema como todos los demás datos conectados con él. Para ello es necesario tener presente todos los elementos del mismo. Se selecciona una serie de datos que estén íntimamente ligados al problema, basando la selección en un marco teórico, es decir, aceptable con los demás datos. Si no existe un encadenamiento conceptual entre varios componentes, no será posible encontrar un significado a la investigación. Siempre que se enuncia la formulación del problema, debe hacerse en forma breve y debe incluir en forma nítida el punto de conflicto o problema en el que va a centrar la atención y la relación con la situación de dificultad.

La formulación de un problema de investigación consiste en expresarlo con términos claros y precisos. Esta formulación debe presentar el objetivo fundamental de estudio en sus dimensiones exactas, mediante una exposición formalmente explícita, indicando por medio de ella qué información debe obtener el investigador para resolver el problema. Es preciso tener en cuenta que esta información surge del análisis previo del problema y, en consecuencia, debe contener los elementos que éste ha proporcionado, a saber:

1. Variables o aspectos principales que intervienen.

2. Relaciones entre ellos.

3. Cuáles argumentos (teorías) justifican esas relaciones.

Además de los elementos anteriores se acostumbra, al enunciar un problema, agregar consideraciones sobre (a) los antecedentes del estudio, y (b) la definición de los términos principales. El enunciado por medio del cual se plantea inicialmente un problema puede expresarse de dos maneras: una, reviste la forma de una pregunta; la otra, consiste en una exposición o descripción. En ambos casos se debe indicar con claridad y de manera suficiente qué información básica requiere el investigador para resolver el problema. La forma interrogativa es más simple y directa que la forma descriptiva y se considera muy indicada cuando el problema no requiere de un amplio y complejo enunciado.


EJEMPLOS DE ENUNCIADOS DE PROBLEMAS

FORMA DESCRIPTIVA. Desconocimiento del grado de adaptación a la hospitalización de los niños que reciben instrucciones previas acerca del dolor, en comparación con aquellos que no reciben dichas instrucciones.

FORMA INTERROGATIVA. ¿Los niños que reciben instrucciones previas acerca del dolor, manifiestan un ajuste mayor a la hospitalización que aquellos que no las reciben?

Es preciso que la formulación de un problema contenga definiciones adecuadas de los conceptos. Dos razones principales para ello:

1. Las definiciones claras y adecuadas contribuyen de modo preciso a aclarar el fenómeno bajo estudio.

2. Esas definiciones facilitan la comunicación entre los científicos y evitan confusiones en lo que se quiere expresar.

De lo anteriormente expuesto podemos concluir, en términos de resumen, que una vez identificado y analizado el problema en sus componentes principales, debemos estar en condiciones de formularlo en forma de pregunta o en forma descriptiva, pero siempre teniendo en cuenta que el enunciado debe presentar el objetivo fundamental del estudio en forma explícita y en sus dimensiones exactas. A este fin contribuye decididamente la definición exacta de los términos.

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

Cuando se ha seleccionado el tema de investigación y se ha formulado el problema, debe procederse a formular los objetivos de la investigación, que deben estar armonizados con los del investigador y los de la investigación. El objetivo de la investigación es el enunciado claro y preciso de los propósitos por los cuales se lleva a cabo la investigación. El objetivo del investigador es llegar a tomar decisiones y a desarrollar una teoría que le permita generalizar y resolver en la misma forma problemas semejantes en el futuro. Todo trabajo de investigación es evaluado por el logro de los objetivos de la investigación. Los objetivos deben haber sido previamente formulados y seleccionados al comienzo de la investigación.

La evaluación de la investigación se realiza con base en los objetivos propuestos y puede ser sumativa, es decir, progresiva; esto lleva a clasificar los distintos niveles de resultados que se quieren lograr en la investigación. Si la investigación es planeada científicamente, debe tener validez en cada una de sus etapas en razón de objetivos, y el logro de éstos en cada etapa es lo que permite pasar a la siguiente. Al final de la investigación, los objetivos han de ser identificables con los resultados; es decir, toda la investigación deberá estar respondiendo a los objetivos propuestos. Los objetivos son fundamentales en la investigación, ya que sin ellos es imposible decidir sobre los medios de realización de la misma.

Desde el planteamiento del problema, se comienza a dar respuesta al objetivo propuesto. El objetivo de una investigación es lo que se ha de demostrar a partir de un problema o de la hipótesis propuesta, lo cual nos permite formular objetivos generales y específicos. La investigación es descubrir respuestas a determinados interrogantes a través de la aplicación de procedimientos científicos. Estos procedimientos han sido desarrollados con el objetivo de aumentar el grado de certeza de que la información reunida será de interés para la interrogante que se estudia y que, además, reúne las condiciones de realidad y objetividad.

Objetivo general

Consiste en enunciar lo que se desea conocer, lo que se desea buscar y lo que se pretende realizar en la investigación; es decir, el enunciado claro y preciso de las metas que se persiguen en la investigación a realizar. Para el logro del objetivo general nos apoyamos en la formulación de objetivos específicos.

Objetivo general = Resultados

Es conveniente tener en cuenta que detrás de cada objetivo general debe haber un problema al cual trata de presentarse alternativas de solución a partir de su enunciado. Este problema muchas veces se encuentra en forma tácita, en algunos casos se presenta de forma explícita, y es de corte similar al enunciado del objetivo general Un objetivo general puede enunciar varios resultados a lograr, 10 importante es que su enunciado pueda ser diferenciado dentro del contexto total del enunciado del objetivo general. Pueden también formularse varios objetivos generales presentando cada uno de ellos un resultado a lograr, teniendo la precaución de no olvidar el tratamiento de alguno de ellos, lo cual no ocurre cuando se involucran varios resultados en un enunciado de objetivo general

Es importante tener en cuenta que para cada resultado hay que plantear una gama de objetivos específicos que aseguren su logro. El número de objetivos, como el de resultados enunciados en cada objetivo general, es de libertad del investigador de acuerdo a sus necesidades de investigación, sólo es necesario no olvidar el tratamiento de ninguno de ellos.

Objetivos específicos

Los objetivos generales dan origen a objetivos específicos que son los que identifican las acciones que el investigador va a realizar para ir logrando dichos objetivos. Los objetivos específicos se van realizando en cada una de las etapas de la investigación. Estos objetivos deben ser evaluados en cada paso para conocer los distintos niveles de resultados. La suma de los objetivos específicos es igual al objetivo general y, por tanto, a los resultados esperados de la investigación. Conviene anotar que son los objetivos específicos los que se investigan y no el objetivo general, ya que éste se logra como resultado.

En el objetivo general, el número de objetivos específicos depende de las acciones necesarias a realizar para el logro de un objetivo general, y conviene no olvidar que para cada resultado enunciado en el objetivo general hay que establecer una gama de objetivos específicos que me permita su logro. Más que el número de ellos, interesa interrogarnos si con esos enunciados de actividades puedo obtener el logro enunciado y así con cada uno de los resultados formulados en el objetivo general.

Objetivos metodológicos

Existen, además, objetivos metodológicos, los cuales nos ayudan a lograr los objetivos propuestos. El objetivo metodológico nos ayuda en el logro operacional de la investigación, indicando las estrategias de cómo lograr los objetivos específicos. Este objetivo es necesario tenerlo en cuenta en el proceso investigativo de los objetivos específicos, pero no se acostumbra a realizar un enunciado formal de los mismos ya que en el manejo metodológico del proceso, luego del marco teórico se indicará la estructura metodológica de la investigación.

¿Cómo formular objetivos?

Un objetivo bien formulado es aquel que logra comunicar lo que intenta realizar el investigador; es decir, lo que pretende hacer y obtener como resultado. El mejor enunciado de un objetivo excluye el mayor número de interpretaciones posibles del propósito a lograr. De acuerdo a la complejidad de la investigación se determinará el número de objetivos generados y sus correspondientes logros. Cuando la investigación se realiza por etapas no se deben englobar todos los objetivos de la investigación en un solo enunciado, pues conviene en este caso enunciar un objetivo general para cada etapa; en el caso contrario (no por etapas), es recomendable un solo enunciado general que contemple varios resultados.

Para una buena formulación de objetivos conviene redactar todos los posibles enunciados que se tengan en mente, lo cual nos ayuda a pulir el o los objetivos hasta lograr el enunciado que responda a nuestro propósito. El enunciado de un objetivo consta de un conjunto de palabras, las cuales permiten varias combinaciones y hacen posible el logro de la expresión de un propósito determinado. En la combinación de palabras o símbolos es necesario tener cuidado, pues se puede correr el riesgo de indicar con palabras una cosa diferente a lo que queremos expresar. Por tal razón, el enunciado oracional del objetivo debe responder a lo que el investigador tiene en mente como fin de la investigación.

Es necesario insistir en lo que se busca con un objetivo es la comunicación exacta de lo que se tiene en mente; por ello, el mejor enunciado es aquel que excluye el mayor número de interpretaciones posibles. En la redacción de objetivos se requiere tomar en consideración que hay palabras o símbolos, con muchas interpretaciones, e igualmente los hay que admiten pocas interpretaciones; por ello, se debe seleccionar la palabra o el verbo que más convenga a su sentido de exactitud respecto a lo que se piensa. Otra característica importante en la declaración de un objetivo es que éste debe identificar el tipo de resultados concretos que se pretende lograr. Además, los objetivos deben señalar acciones relacionadas con las observaciones y descripciones de situaciones que el investigador esté en capacidad de realizar y que no se salgan de sus posibilidades reales.


CAPÍTULO II: MARCO TEÓRICO
         Antecedentes
         Bases Teóricas
         Características de la Institución
         Conceptualización y Operacionalización de las Variables

SIGNIFICADO: El marco teórico puede incluir en ciertos casos otros espacios relativos a la investigación que son conocidos como marco referencial y marco conceptual. Mientras que el marco referencial es todo el conjunto de referencias explícitas o implícitas que el autor tomará para basar su trabajo (y del cual partirá la organización del marco teórico o de teorías), el marco conceptual es el conjunto de conceptos o simbologías a definir, analizar o investigar.

La debida creación del marco teórico es esencial a la hora de encarar un proyecto de investigación. Probablemente, sin él el trabajo pierda sentido, se vuelva desordenado y difícil de encaminar. Así, parte del marco teórico es establecer aquellas ideas o teorías que guiarán todo el proceso investigativo. El marco teórico por lo general se presenta más o menos claramente en la introducción de cualquier trabajo, espacio en el cual se aclara el objetivo del mismo así como también el por qué de la selección de esa postura o perspectiva de trabajo.

El marco teórico también implica la toma de cierta postura respecto al objeto de estudio, así como además un lenguaje y una simbología apropiadas. Este lenguaje y la simbología de elementos a trabajar deben estar siempre encuadrados en un marco específico para la materia o área en la que se desarrolle la investigación, teniendo esto que ver también con la construcción correcta de los conceptos que darán base al trabajo.


CAPÍTULO III: MARCO METODOLÓGICO
         Postura ontoepistemológica
         Tipo de Investigación
         Diseño de la Investigación
         Fase I: Diagnóstico
         Población
         Técnica de Recolección de la Información
         Instrumento de Recolección de la Información
         Descripción del Instrumento
         Validez
         Confiabilidad
         Técnica de Análisis de Datos
         Técnica de Presentación de los Resultados
         Análisis de lis Resultados
         Fase II: Factibilidad de la Propuesta

El marco metodológico es el apartado del trabajo que dará el giro a la investigación, es donde se expone la manera como se va a realizar el estudio, los pasos para realizarlo, su método. Según Buendía, Colás y Hernández (1997) en la metodología se distinguen dos planos fundamentales; el general y el especial. En sentido general, es posible hablar de una metodología de la ciencia aplicable a todos los campos del saber, que recoge las pautas presentes en cualquier proceder científico riguroso con vistas al aumento del conocimiento y/o a la solución de problemas.



Por otro lado, en cuanto a las metodologías especiales, son el resultado de la diversidad estratégica que existe en cada ciencia concreta, las Ciencias Factuales (de la Naturaleza o Humanas y Sociales) se caracterizan por una metodología en cierto modo diferente de las Ciencias Formales (Lógica y Matemáticas).

Según Bisquerra (2000) algunas personas emplean los conceptos método, técnica y metodología con cierta libertad, utilizándolos como sinónimos, cuando en realidad no lo son.

Todo método está compuesto por una serie de pasos para alcanzar una meta. De este modo los métodos de investigación describirían los pasos para alcanzar el fin de la investigación. Estos métodos o pasos determinaran como se recogen los datos y como se analizan, lo cual llevará a las conclusiones (meta).

Ejemplos de Tipos de métodos:
     • 
Investigación-Acción.
     • Estudio de Casos.
     • Método de Estudio Etnográfico.
     • Método de Investigación Descriptiva.
     • Método de Investigación Explicativa.
     • Método de Investigación Ex Post Facto.
     • Método de Investigación histórica
.

Técnicas
Estas son medios auxiliares, y son muy particulares, como por ejemplo la técnica de entrevista, mientras que el método es más general. Dentro del método se pueden utilizar diversas técnicas, por ejemplo el método cualitativo emplea la técnica de entrevista. Un método cuantitativo puede emplear técnicas para analizar el ph del agua local.

Metodología
Consta de la descripción y análisis de los métodos que se emplearán en el estudio de investigación. La metodología se centra más en el proceso de investigación que en los resultados, aunque estos últimos dependen de ella.

Es función de la metodología presentar las reglas que permitan crear, acumular o solucionar problemas. En la siguiente figura se puede observar la relación entre paradigmas, los métodos que se le adscriben, la metodología científica común a todos ellos y el proceso específico a cada método.

http://www.rena.edu.ve/cuartaEtapa/metodologia/Imagenes/T3Esq1.gif

Investigación Cualitativa y Cuantitativa

La investigación cualitativa ha sido clave en el ámbito de las ciencias sociales. En efecto, para desarrollar el conocimiento en el que se fundamenten la sociología, antropología, psicología y pedagogía se han seguido dos corrientes filosóficas
: el positivismo y la fenomenología. Mientras que la investigación Cuantitativa, aunque también empleada en la investigación social es la más utilizada en las ciencias puras.

Investigación cualitativa
Investigación cuantitativa
Centrada en la fenomenología y comprensión.
Basada en la inducción probabilística del positivismo lógico.
Observación naturista sin control.
Medición penetrante y controlada.
Subjetiva.
Objetiva.
Inferencias de sus datos.
Inferencias más allá de los datos.
Exploratoria, inductiva y descriptiva.
Confirmatoria, inferencial, deductiva.
Orientada al proceso.
Orientada al resultado.
Datos "ricos y profundos".
Datos "sólidos y repetibles".
No generalizable.
Generalizable.
Holista.
Particularista.
Realidad dinámica.
Realidad estática.

Diferencia entre el método cualitativo y cuantitativo:
Los métodos cualitativos parecerían encontrar una de sus fuentes de legitimación primarias en el hecho de que permiten una comunicación más horizontal entre el investigador y los sujetos investigados. Sin negar que algunos de los abordajes cualitativos como las entrevistas a profundidad y las historias de vida permiten un acercamiento más natural a los sujetos.
Los métodos cuantitativos son muy potentes en términos de validez externa ya que con una muestra representativa de la población hacen inferencia a dicha población con una seguridad y precisión definida. Por tanto, una limitación de los métodos cualitativos es su dificultad de generalizar. Por otro lado, algunos autores afirman que los métodos cuantitativos son débiles en términos de validez interna, casi nunca se sabe si miden lo que quieren medir.

A pesar de los desacuerdos, un método puede ser complemento del otro ya que para los estudios cualitativos las técnicas cuantitativas favorecen la posibilidad de realizar generalizaciones cuando la investigación se lleva a cabo en distintos contextos y las técnicas cualitativas favorecen la credibilidad en los estudios cuantitativos. 



CAPÍTULO V. LA PROPUESTA
         Fase III: Diseño de la Propuesta
         Propósito de la Propuesta
         Objetivos de la Propuesta
         Fundamentación de la Propuesta
         Estructura de la Propuesta
CAPÍTULO VI. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
         Conclusiones
         Recomendaciones
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ANEXOS